Veracruz
La acumulación de basura en colonias como Costa Dorada, Playa Linda y Río Medio ha escalado de un problema cotidiano a una auténtica crisis sanitaria. Durante la administración de Paty Lobeira, los retrasos en la recolección de desechos se hicieron habituales, dejando a miles de habitantes expuestos a malos olores, plagas y riesgos para su salud.
La respuesta del Ayuntamiento fue culpar a la concesionaria encargada del servicio, pero los ciudadanos señalan una falla más profunda: la falta de supervisión y compromiso por parte de las autoridades. La pregunta sigue en el aire: ¿qué ocurrió con los contratos de recolección? ¿Por qué los camiones no llegaban a tiempo, dejando a las comunidades en el abandono?
Esta situación no solo refleja un descuido administrativo, sino también un incumplimiento en lo más básico que un gobierno debe garantizar: servicios públicos eficientes. Mantener una ciudad limpia no es solo una cuestión de imagen, es un tema de dignidad y calidad de vida para sus habitantes.
Con las elecciones municipales a la vista, el llamado de los ciudadanos es claro: se necesita un cambio que priorice soluciones reales e integrales. Supervisar, sancionar incumplimientos y garantizar servicios básicos no debería ser opcional, sino una obligación para cualquier gobierno que aspire a servir a su pueblo.
Basta de slogans vacíos y promesas mediáticas. Los veracruzanos exigen liderazgos que trabajen para el pueblo y dejen atrás la sombra de la corrupción y el favoritismo. Porque un municipio limpio y digno es un derecho, no un privilegio.
Fuente: Redes