Pepín Ruiz, quien fuera diputado local por el PRI (2007-2010), se ha destacado en redes sociales por proyectar una imagen de filantropía y apoyo a la comunidad. Sus publicaciones lo muestran visitando casualmente emprendedores en la calle y entregando apoyos en el puerto, siempre acompañado de cámaras que documentan cada acción desinteresada.
Sin embargo, estas actividades han generado críticas sobre la autenticidad de sus intenciones. Detractores señalan que estas acciones podrían responder más a una estrategia para construir su imagen pública y limpiar diversas denuncias legales que curculan, que a un genuino interés por ayudar. Además, los cuestionamientos se intensifican al recordar sus vínculos con figuras controvertidas, como el exgobernador Duarte, y señalamientos previos en su trayectoria frente al SAS.
Este debate pone sobre la mesa una discusión importante: ¿es ético utilizar la ayuda social como herramienta de autopromoción? Algunas voces plantean que exhibir la pobreza o vulnerabilidad de las personas con fines propagandísticos debería estar regulado, e incluso sancionado, por organismos como el INE. Más allá de las intenciones individuales, el reto para la ciudadanía y los actores políticos es priorizar liderazgos auténticos que trabajen por el bien común sin depender de los aplausos ni los “likes” en redes sociales.a
Fuente: Redes