Internacional
Luego de su reelección en unas elecciones marcadas por la falta de oposición real y una serie de cuestionamientos sobre su transparencia y legitimidad, el presidente ruso Vladimir Putin ha consolidado su poder en Rusia. Con un contundente 87,28% de los sufragios, según la Comisión Electoral Central, Putin ha superado ampliamente sus propios registros de elecciones anteriores, lo que le otorga un espaldarazo a sus planes políticos, incluida la polémica invasión de Ucrania.
Las elecciones, que se llevaron a cabo en medio de la controversia y las denuncias de falta de competencia real, se caracterizaron por la ausencia de candidatos opositores significativos, con solo tres candidaturas aprobadas por el asesor de Putin. Aunque la participación alcanzó un récord del 77,4% del electorado, según la presidenta de la Comisión Electoral Central, Ela Pamfílova, la falta de opciones reales plantea interrogantes sobre la verdadera legitimidad del proceso electoral.
Durante su rueda de prensa posterior a los comicios, Putin mostró una confianza renovada y afirmó que sus resultados son un claro respaldo a sus planes futuros, incluida la expansión del armamento ruso. Sin embargo, la falta de competencia política genuina y las acusaciones de irregularidades en el proceso electoral han generado críticas tanto a nivel nacional como internacional.
Mientras tanto, la situación en las regiones fronterizas de Rusia con Ucrania sigue siendo tensa, con ataques diarios por parte de las fuerzas ucranianas. A pesar de ello, para Putin, lo más importante es que el poder permanece bajo su control, lo que le permite continuar con su agenda política y militar.
Las elecciones se llevaron a cabo en un contexto de represión y falta de libertades civiles, con detenciones de manifestantes y presión sobre la oposición. Aunque algunos grupos intentaron mostrar su descontento a través de protestas simbólicas, la respuesta del gobierno fue rápida y contundente.
Fuente: El País